Salesianos denuncian masacre étnica en Costa de Marfil

Un misionero salesiano en relató recientemente que la Misión Salesiana en Duékoué (Costa de Marfil) viene recibiendo constantemente a cientos de refugiados, los cuales huyen de las masacres provocadas por una lucha interétnica.

Según señala el Servicio Informativo de los Salesianos con sede en Madrid, el misionero indica que hasta el momento hay más de 15 personas refugiadas que prefieren permanecer en los campamentos antes que regresar a sus casas por miedo a nuevos ataques.

De acuerdo a la narración del misionero, la lucha entre una etnia local y otra extranjera ha provocado que ésta última haya “quemado dos barrios con sus habitantes”, llegando a ser más de setenta las personas asesinadas entre ambos bandos.

El religioso, que se mantiene en el anonimato, señaló que “toda la ciudad está conmocionada y espantada”, y como consecuencia, la escuela dirigida por los salesianos ha tenido que suspender las clases. Asimismo, denuncia que la ayuda internacional recibida para atender a los desplazados es muy poca, debido a que buena parte se ha estado quedando en los intermediarios.

Indicó que gracias a la denuncia hecha ante los organismos internacionales, el auxilio viene “directamente a la misión, sin pasar por intermediarios”. Sin embargo, esta todavía no satisface la demanda.

De acuerdo al misionero, la situación dista mucho de mejorar, e incluso señala que los ataques se centran en Duékoué, “mientras que el resto del país permanece relativamente tranquilo”. Esto está provocando un masivo éxodo de la población.

“Los ánimos son un poco pesimistas: incluso en la comunidad hay un poco de tensión por el desbordamiento de responsabilidades. Yo lo estoy llevando bastante bien. Tenemos que transmitir optimismo; si la gente nos ve desanimados, ¿quién va a darles esperanza?”, relata el salesiano.

Posteriormente denuncia: “Son muchos los casos (de personas que necesitan auxilio médico) pero mucha gente se muere por cosas sencillas que en occidente se curan fácilmente”. “Confío –expresó el religioso– en que las cosas vayan arreglándose poco a poco”.