El templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona se convertirá en Basílica después de su dedicación al culto el 7 de noviembre en una ceremonia presidida por el Papa Benedicto XVI, a la que también asistirán los Reyes de España
En rueda de prensa para informar sobre los detalles de la visita del Papa, el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Lluís Martínez Sistach, explicó que el motivo del cambio de designación del templo se debe a su especial repercusión artística y esto sólo puede suceder una vez consagrado.
Sólo 7 mil 500 personas podrán seguir la eucaristía desde dentro del templo, cuyo aforo es para 10 mil personas, aunque está prevista la instalación de pantallas gigantes y la instalación de sillas en los exteriores del templo para conseguir que medio millón de personas puedan participar en la celebración.