18 de febrero de 2010 / 10:22 AM
En su tradicional encuentro al inicio de la Cuaresma con los párrocos y sacerdotes de Roma, en el marco del Año Sacerdotal, el Papa Benedicto XVI alentó a los presbíteros a ser plenamente hombres de Dios, animados por la obediencia y la libertad para transformar el mundo para el Señor que es el único que responde al corazón humano.
En la lectio divina que presidió sobre algunos textos de la Carta a los Hebreos que hablan sobre el sacerdocio el Santo Padre se refirió además a un versículo del salmo 110: "Tú eres sacerdote para siempre como Melquisedec" que da nuevas luces en la comprensión del llamado sacerdotal.
Según informa Radio Vaticano, Benedicto XVI explicó que "Jesús no solo cumple la promesa davídica, la expectativa del verdadero Rey de Israel, del mundo, sino que realiza también la promesa del verdadero sacerdote. El autor de la carta (a los hebreos) descubriendo este versículo ha entendido que en Cristo están unidas las dos promesas: Cristo es el verdadero Rey, el Hijo de Dios, pero también el verdadero sacerdote, y así, todo el mundo cultual, toda la realidad de los sacrificios, del sacerdocio que está en búsqueda del verdadero sacerdote, del verdadero sacrificio, encuentra en Cristo su llave, su cumplimiento".