El P. Terry Kissell, de la parroquia San Miguel Arcángel, en Aurora (Colorado), aseguró a sus fieles, de luto por la muerte de uno de los suyos en un tiroteo el pasado 20 de julio, que la esperanza la pueden encontrar en Cristo, incluso en los momentos más oscuros.

Al presidir la Misa del 22 de julio, el P. Kissell dijo que “el sol sale por el este”, en referencia a la ubicación de Aurora, al este de Denver.

“Aunque hay oscuridad y confusión y dolor, no podemos olvidarnos de que vendrá un nuevo día, un nuevo amanecer en que no habrá más sufrimiento, no más lágrimas y no más tristeza”.

Alex Sullivan, de 27 años, feligrés de la parroquia, fue una de las 12 víctimas que fallecieron al interior de un cine cercano la madrugada del viernes, durante el estreno de “Batman: El Caballero de la Noche Asciende”.

Sullivan recibió el sacramento de la Confirmación el año pasado, en la parroquia San Miguel Arcángel, poco antes de contraer matrimonio en esa misma iglesia. Su primer aniversario se habría celebrado el 22 de julio.

Jimmy Piralla, feligrés de la misma parroquia, donde pasó por el programa Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (RCIA, en inglés) junto a Sullivan, se sintió fuertemente conmovido por la noticia de su muerte.

“Realmente te hace apreciar a los miembros de tu familia  y a tus seres queridos”, dijo.

Piralla señaló que la muerte de su amigo le hace apreciar también la elección que tomó tomado de convertirse en católico.

“Simplemente me confirma que Cristo estaba llamando a Alex, porque se confirmó el año pasado. Me da mayor seguridad de que las decisiones que he tomado para convertirme en católico fueron las decisiones correctas”, afirmó.

Por su parte, el diácono John Thunblom animó a los feligreses a perdonar al asesino. “No alberguen odio en su corazón. Una cosa muy terrible ha sucedido. Vamos a superarlo. Lo haremos con la oración, con amor, con bondad”.

El P. Lolly Martin dijo a los fieles reunidos en la iglesia, que la oración curará a los que luchan, sobre todo a la familia de Alexander Jonathan Boik, de 18 años, que fue asesinado en el cine.

“Sólo tenemos que creer en el poder de la oración individual y colectivamente. No tenemos que lidiar con esto nosotros solos, realmente podemos apoyarnos el uno al otro y tomar consuelo y fuerza uno del otro”.

Charly Butterworth, un feligrés de 16 años, dijo que ella asistió a la Misa para encontrar fuerza y apoyo para hacer frente a los recuerdos de la masacre, que presenció personalmente.

Butterworth señaló que estuvo sentada en la cuarta fila de la sala de cine junto a su hermano y a un amigo, cuando el hombre armado “llegó desde detrás de la pantalla”. En ese momento, ella pensó que era un efecto especial para la función de medianoche.

“Luego le vi arrojar algo que estaba en llamas”, dijo, en referencia a una granada de gas lacrimógeno que el atacante lanzó a la multitud, antes de comenzar a disparar al azar.

A pesar de que ella, su hermano y su amigo lograron escapar sin ser heridos, Butterworth dice que sufre de pesadillas y que le ha sido difícil superar la experiencia.

“Por eso vine a la iglesia hoy. Tenía que ir a la iglesia para ver a mis amigos y escuchar Misa”.

Al concluir la Misa, el P. Lolly abrazó a Butterworth y le preguntó cómo se encontraba.

Durante su homilía, el P. Lolly dijo que “no hay reglas para responder o reaccionar o hacer frente a este tipo de situaciones. No sientas como si tuvieras que hacer frente a (tus emociones) por ti solo. Estamos aquí para ti”.