El sacerdote Mussie Zerai hizo un llamado a las autoridades europeas a investigar la muerte de unos 60 inmigrantes africanos que perecieron a inicios de abril en una embarcación a la deriva en el mar Mediterráneo sin que nadie hiciera algo por rescatarlos.
Desde los jardines del Vaticano, en declaraciones a ACI Prensa, el Padre Zerai explicó que él personalmente recibió una llamada desde la embarcación en peligro el pasado 25 de marzo. "Notifiqué a la guardia costera italiana, diciendo que había un buque en dificultades con estas personas a bordo, pero nadie intervino", recordó.
La guardia costera italiana aseguró al sacerdote que verificaría la posición de la nave. Como ésta no se encontraba en aguas italianas, sino a 60 millas de Trípoli (Libia), en aguas internacionales cercanas a Malta, Italia avisó a las autoridades maltesas y a todos los buques mercantes que se encontraban en la zona en ese momento.