Sacerdote que llevaba oxígeno a enfermos celebra Misa tras vencer el COVID-19

El P. Juan Carlos Pérez volvió a celebrar la Santa Misa tras vencer el COVID-19, enfermedad que contrajo durante su misión de llevar oxígeno medicinal a las casas de los enfermos de coronavirus en Cajamarca (Perú).  

El 6 de mayo a las 10:00 a.m., el P. Juan Carlos Pérez celebró Misa en la Catedral de Cajamarca por primera vez luego de 25 días de permanecer aislado y bajo monitoreo médico en su domicilio debido al coronavirus.

En declaraciones a la agencia peruana Andina, el P. Pérez anunció que fue dado de alta epidemiológica de COVID-19 por la Dirección Regional de Salud (Diresa) y que retomará sus actividades paulatinamente, entre ellas, celebrar Misas diarias transmitidas virtualmente.

El sacerdote se hizo conocido por llevar oxígeno medicinal junto a otros voluntarios del "Colectivo Cajamarca Respira", al domicilio de los pacientes con COVID-19.  La agencia señaló que el P. Pérez presentó fiebre y otros síntomas cuando desarrollaba su labor social, y que dio positivo al COVID-19 el 20 de abril, después de hacerse la prueba antígena.

"Cuando me diagnosticaron COVID-19 lo tomé con bastante calma, con bastante tranquilidad. Fue una situación que cambió mis planes nada más", dijo el sacerdote a Andina, que hoy se encuentra en recuperación bajo supervisión médica.

"Hay que ir con cuidado, cumpliendo las recomendaciones del médico. En este momento ya no me han suministrado medicamentos, solo monitoreo nutricional, pero aún me siento débil físicamente. No tengo la misma energía con la que siempre me he desenvuelto", dijo.

Al respecto, llamó a los fieles a cuidar la salud en especial de los adultos mayores, pues son más vulnerables y propensos a complicarse.

"Quienes estamos por debajo de los 40 años es probable que sobrevivamos al virus, pero quienes están por encima de los 50 no es tan fácil que sobreviva. En consecuencia, el mensaje es una invitación a la responsabilidad, a cumplir con exigencia los protocolos sanitarios, evitar reuniones masivas, celebraciones innecesarias", dijo.

El sacerdote señaló a Andina que por ahora no puede volver a entregar oxígeno a los domicilios; sin embargo, dijo que desde su casa coordina el apoyo para que los enfermos sigan recibiendo este insumo tan escaso y vital en el país.

Además, el P. Pérez agradeció las oraciones, muestras de afecto y solidaridad de los que se interesaron por su salud; y dijo que "recibir el alta médica le generó una sensación de alegría", porque ya no contagiaría a los demás; sin embargo, es consciente que podría reinfectarse.

Para el sacerdote la vida espiritual y el apoyo de su familia y de los fieles fueron clave para que logre recuperarse de la enfermedad.

"Es fundamental el apoyo de la familia, de mis padres, de mis hermanos que siempre estuvieron pendientes del proceso epidemiológico; además, de la población, la feligresía en general, que estuvieron pendientes y muy unidos a través de la oración", dijo.

El P. Pérez subrayó a Andina que no llegó a complicarse gracias a llevar una "buena alimentación, pues una buena calidad de vida permite tener un sistema inmune fuerte"; y tener una "buena vida espiritual", pues "ayuda muchísimo a enfrentar cualquier enfermedad".

"La fe cristiana bien orientada, es un soporte impresionante e inigualable para enfrentar las enfermedades, 'porque nos ayuda a no caer en crisis, en depresión. Nos ayuda a no perder el sentido a la vida'", dijo.

Además, "la fe nos ayuda a entender que la enfermedad nos permite unirnos a la pasión de nuestro Señor Jesucristo, que es una pasión redentora. En consecuencia, un enfermo cristiano ofrece su enfermedad por la salvación del mundo, por la salvación de la humanidad y aprende a llevar su enfermedad con paciencia", concluyó.