El sacerdote iraquí liberado el pasado lunes luego de 28 días de cautiverio manifestó su voluntad de perdonar a los secuestradores. "No los odio. Rezo por ellos ahora y seguiré haciéndolo", afirmó el P. Saad Sirop Hanna en entrevista concedida a la organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS).
El presbítero explicó cómo la oración por su liberación había unido a muchos iraquíes a pesar de la casi guerra civil que atraviesa su país. Agradeció "a todas las personas que me han ayudado con sus oraciones. Para mí, esto sí que ha sido un verdadero milagro. Estoy enormemente feliz de estar sano y salvo", añadió.
El P. Sirop, profesor de filosofía en el Babel College en las afueras de Bagdad, comentó también que "desde el momento en que me secuestraron, supe que Dios estaba conmigo. Empecé a rezar: 'Dios, Tú eres mi protector y estarás conmigo en mi sufrimiento'".