En la Solemnidad de Pentecostés, que se celebra este domingo, los católicos tenemos la posibilidad de obtener una indulgencia plenaria, tanto para uno mismo como para un alma del Purgatorio.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que el Purgatorio es una "purificación final" que deben atravesar para llegar al cielo todos aquellos "que mueren en la gracia y en la amistad de Dios" pero que están "imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación".