31 de julio de 2007 / 01:26 AM
El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, denunció que los robos de imágenes de distintas iglesias en el país constituyen "una triste desgracia, en primer lugar porque es un sacrilegio, en segundo lugar por el valor artístico-histórico que estas imágenes tienen como un patrimonio nacional y por el valor material que tienen".
En conferencia de prensa tras la Misa dominical, el Prelado se refirió así al robo de cuatro imágenes en distintas iglesias del país en menos de un mes. La última, robada el pasado 11 de julio, fue la imagen de nuestra señora de La Merced que se encontraba en la histórica iglesia del mismo nombre y que tenía un valor de más de 60 mil dólares.
Para luchar contra este tipo de robos, el Arzobispo exigió a la Policía Nacional Civil estar más "atenta" y precisó que "es necesario que tenga más control de esta red de ladrones de objetos sagrados que funciona desde hace 50 años".