La revista de análisis colombiana Semana, publicó un artículo titulado “Labor no siempre comprendida” explicando la labor que tiene la Iglesia en Colombia, y a la que se suma un gran número de sacerdotes asesinados y otros tantos amenazados en los últimos años.
Semana informó que los sacerdotes colombianos deben, además de su labor pastoral, sobrellevar acusaciones como la de “rebelión”, citando el caso del Obispo de El Líbano, Mons. Leonardo Serna Alzate, y del sacerdote de La Uribe, Ricardo Lorenzo Cantalapiedra, acusados de colaborar con grupos armados al margen de la ley.
El artículo presenta que “la gran mayoría de las gestiones de la Iglesia con los grupos armados tiene exclusivamente objetivos humanitarios” y recuerda las diferentes misiones que ha asumido a lo largo de los años del conflicto, haciendo presencia en lugares con altos índices de violencia y generando proyectos de ayuda social para damnificados, desplazados y excluidos, citando el caso de la Pastoral Social que tiene “una de las más grandes bases de datos sobre la población desplazada, y un programa de ayuda que combina la atención de emergencia con el tratamiento psicosocial a las víctimas”.