15 de agosto de 2009 / 02:15 AM
El traslado de los restos del beato Ceferino Namuncurá a un remoto asentamiento mapuche en la provincia argentina de Neuquén constituye un acontecimiento que debe ser leído como una invitación a un mayor compromiso de la juventud, señaló el Obispo de Viedma, Mons. Esteban Laxague.
La urna con los restos del Beato Ceferino Namuncurá llegaron este jueves al asentamiento mapuche de San Ignacio, ubicado a 60 kilómetros de Junín de los Andes, Neuquén, después de ser retirados del Santuario de María Auxiliadora, en la localidad bonaerense de Fortín Mercedes, donde eran resguardados y venerados desde 1924.
Los restos fueron llevados por familiares del "Lirio de las Pampas", quienes el miércoles hicieron una breve parada en Chimpay, Río Negro, pueblo natal y lugar donde se realizó la beatificación de Ceferino el 11 de noviembre de 2007.