El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, pidió durante el funeral de Estado celebrado en la Catedral de la Almudena por las 190 víctimas del 11-M alejarse de “toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia” y responder “a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor”.
Durante su homilía, el Cardenal Rouco dijo que en el terrorismo “opera siempre la siembra del odio como su inspiración y motivación últimas y decisivas. La forma de proyectar, disponer y actuar de los terroristas no puede ser calificada de otro modo que como la estrategia del odio que porta en sus entrañas el asesinato y la muerte”.
“No hay que dejarse engañar con relación a la verdadera naturaleza de sus planes y objetivos últimos. Los terroristas se han propuesto atacar y dañar profundamente la convivencia, la concordia y la paz de los españoles”, apuntó el Cardenal en el funeral de exequias propiciado por las más altas instituciones del Estado.