En el tradicional homenaje a la Virgen María en la Plaza España de Roma realizado ayer en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa Benedicto XVI alentó a todos a responder con el auténtico amor, como la Madre de Dios, a la contaminación moral que se vive en las ciudades y en los medios de comunicación.
En su discurso, informa Radio Vaticano, el Santo Padre alertó que en las ciudades las personas andan con el corazón endurecido y en las urbes "cada día, a través de los periódicos, la televisión, la radio, se narra el mal, se repite y amplifica, volviéndonos insensibles y de alguna forma, intoxicándonos, porque la negatividad no se absorbe del todo y día tras día se va acumulando".
Esta situación, dijo, hace que las ciudades necesiten profundamente a María Inmaculada, pues con "su presencia nos habla de Dios, nos recuerda la victoria de la Gracia sobre el pecado, y nos induce a tener esperanza incluso en las situaciones humanamente más difíciles".