El Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren, alentó a que la celebración de la 25° Jornada Mundial de la Vida Consagrada "sea una ocasión para renovarse en la propia vocación, para así tocar y consolar las llagas de Cristo presentes en el ser humano y la creación entera".
Así lo indicó el Prelado en su mensaje, en el que agradeció y elevó sus oraciones por los consagrados y consagradas de su Arquidiócesis en el norte del país.
"Cada Instituto de vida consagrada aporta la vitalidad del propio carisma, del cual brotan tantas obras pastorales y sociales para bien de nuestros fieles, como por ejemplo en los ámbitos de la liturgia, la catequesis, la educación, la promoción humana y la asistencia en la caridad de Cristo a los hermanos más necesitados y descartados", escribió el Arzobispo.