Religiosos contemplativos son grandes bienhechores de la humanidad, afirma Obispo

El Obispo de Córdoba en España, Mons. Demetrio Fernández, ha enviado su carta pastoral semanal en la que reflexiona sobre la fiesta de la Santísima Trinidad que se celebra el domingo, en la que según afirma "se nos invita a contemplar este misterio tan sublime y cercano".

Ese día, indica, la Iglesia celebra la Jornada de las vocaciones contemplativas que son "los grandes bienhechores de la humanidad desde el silencio del claustro".

Es una fiesta, explica en la que la Iglesia recuerda especialmente el testimonio de las vocaciones contemplativas con el lema: "Contemplad el rostro de la misericordia".

En relación con los religiosos el Obispo de Córdoba ha explicado que ellos "han descubierto este misterio de Dios tan atrayente y se han sentido fascinados por él" y dedican "toda una vida para contemplar, alabar, interceder, dar gloria a Dios, reparar con amor ante el Amor que no es amado".

Por eso asegura que los religiosos contemplativos "responden a una vocación de Dios, que se convierte en profecía para todos: amar y buscar a Dios sobre todas las cosas".

Ellos son para la sociedad "un oasis de paz y de silencio que invitan a encontrarse con Dios y restaurar nuestras fuerzas".

El Obispo explica en su carta que "el Dios de los cristianos, el que nos ha revelado Jesús es un Dios familia, comunidad, que se acerca hasta nosotros para introducirnos en su intimidad".

Enviándonos a "su Hijo hecho hombre, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado, y que nos ha dado su Espíritu Santo, que vive en nuestros corazones como en un templo", explica Mons. Fernández.

En el día de la Santísima Trinidad se profundiza en la realidad de que "Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo y único Dios en tres personas", y subraya que "no se trata de ningún juego de palabras, sino de una realidad misteriosa que conjuga la unidad absoluta con la trinidad de personas, familia comunidad de amor".

"Los tres coexisten desde toda la eternidad, sin comienzo y para siempre. El proyecto de Dios es hacernos a nosotros partícipes de esa felicidad, y para eso hemos sido creados", afirma en su carta.

En ese sentido apunta que es "en Jesucristo la revelación de Dios ha llegado a su plenitud" e invita a "contemplar con el corazón este círculo de amor del Padre amando a su Hijo en el Espíritu Santo".

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- ACI Prensa (@aciprensa) 2 de febrero de 2016