Dos religiosas ofrecieron su testimonio al Papa Francisco durante el encuentro de este jueves 2 de diciembre con sacerdotes, religiosos, catequistas y movimientos eclesiales en la Catedral maronita Nuestra Señora de las Gracias, en el que se relató la expulsión que sufrieron cuando Turquía invadió la isla en 1974.
Sor Antonia Piripitsi, franciscana misionera del Sagrado Corazón, dio la bienvenida al Papa Francisco a la isla "de San Bernabé y San Pablo y de tantos otros santos que contribuyeron a la evangelización del pueblo de Chipre".
Sor Antonia Piripitsi aseguró que uno de los puntos principales de acción de la Iglesia católica en Chipre es la educación de niños en necesidad, que se lleva a cabo todavía hoy a través de las tres escuelas católicas "que son un medio eficaz para testimoniar el amor de Dios e inculcar los valores humanos, cristianos y religiosos".