6. Ensancha tus propias fronteras
Cuántas veces nos hemos quejado de todo lo que dejamos por hacer debido a la falta de tiempo. ¡Venga, ahora lo tenemos!…Ese libro que te regalaron hace tres navidades y no has leído, ese otro que aún no has devuelto porque te lo dejaste por la mitad. Si te gusta la música, busca nuevos artistas, descubre nuevos géneros. ¿Te apetece un viaje?… Piensa en algún país exótico y aprende sobre su cultura, lengua, tradiciones… tenemos internet para eso. Si eres persona de fe y oración, tal vez no sabes qué rezar porque ya agotaste todo lo que sabías ¿Por qué no pruebas con la liturgia de las horas?… Descárgala en tu móvil; busca en los escritos de algún santo, seguro encuentras muchas cosas que te llenaran el alma de nuevas luces. No te conformes con lo que ya conoces y sabes… ahora que hay oportunidad, ábrete a novedades que te aporten sabiduría y te llenen de alegría.
7. Para los más sensibles
Digo con mucho realismo, que no todos dominamos igual las emociones. Habrá personas a quienes, por su psicología, les costará mucho más este confinamiento. Las emociones no solo provienen de nuestro interior, también lo que vemos, escuchamos, tocamos, etc, nos influye. Por ello, hay que ser selectivos con lo que recibimos desde fuera para evitar entrar en círculos viciosos que nos atrapen en la desesperación o nos hagan perder el control. Evitad en la medida de lo posible: conversaciones de tipo pesimista, discusiones, malas caras, exceso de información, películas de terror o intriga, desorden dentro de casa. Como no hay muchas evasiones que nos hagan cambiar de "chip", todo lo que entre en nuestro cerebro permanecerá ahí por más tiempo de lo habitual, por eso hay que tener cuidado de no obsesionarnos o no dejar anidar una emotividad negativa en nuestro interior. El exceso de pantallas también es malo, porque sobre-estimula el cerebro y nos pone más nerviosos. Hay que dormir bien, pero en demasía puede provocar sensación de fracaso o derrota. Un remedio buenísimo para canalizar la energía y relajarnos es bailar. Poned buena música y reírse un rato largo bailando. Nada como reírse para reiniciar nuestro sistema interior.