Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo embajador de Mongolia ante la Santa Sede, Luvsantersen Orgil, el Papa Benedicto XVI explicó que la religión y la cultura "sirven naturalmente de incentivos para el diálogo y la cooperación entre los pueblos al servicio de la paz y el desarrollo genuinos".
En su discurso el Papa manifestó su confianza en que los logros conseguidos por la nación –que celebra el vigésimo aniversario de la instauración de la democracia–, "fructifiquen en la consolidación de un orden social que promueva el bien común y las esperanzas de un futuro mejor de los ciudadanos".
Seguidamente expresó su solidaridad a la población afectada por los rigores del invierno y las inundaciones del pasado año, y subrayó que "los temas ambientales, sobre todo los relacionados con el cambio climático, son argumentos mundiales y por lo tanto deben afrontarse en ámbito global".