Relator abortista de la ONU regresa al Perú para promover "ideología de género"

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Paul Hunt, funcionario de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y conocido lobbysta de los "derechos sexuales y reproductivos", regresará al Perú para promover la ideología de género al comenzar un nuevo gobierno nacional.

Edhucasalud, una organización de fachada que promueve los llamados "derechos reproductivos" –que para Hunt incluyen el aborto–, ha organizado dos eventos con el auspicio del Ministerio de Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, la organización CARE y la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Se trata de la conferencia "Exclusión y Derecho a la Salud: La función de los profesionales de salud", que se celebrará en septiembre próximo, y el curso "Monitoreando el Derecho a la Salud en América Latina" previsto para octubre.

Hunt ofrecerá el discurso inaugural de la conferencia que, según los organizadores, "brindará una oportunidad para que los profesionales de la salud, sus organizaciones y otras instituciones de la sociedad civil y del sector público compartan y aprendan de las distintas experiencias de trabajo sobre exclusión e inequidad en salud desde una perspectiva local, regional y global".

¿Quién es Paul Hunt?

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Hunt visitó el Perú en 2004 para reunirse con la Ministra de Salud, Pilar Mazzetti, una abanderada de la píldora del día siguiente. Entonces fue presentado por organizaciones feministas y abortistas del Perú como una "eminencia" en derechos humanos.

Sin embargo, organizaciones pro-vida como Concerned Women of America (CWA) han desenmascarado el papel de Hunt como un activo promotor del aborto y los "derechos sexuales".

Ese mismo año, una sesión de la Comisión de DDHH de la ONU discutió la aprobación de un reporte escrito por Hunt que promueve la expansión de los denominados "derechos reproductivos internacionales", que incluyen el aborto y la creación de un nuevo "derecho sexual internacional" para homosexuales y lesbianas.

En el texto, Hunt afirmó que "las mujeres con embarazos no deseados deberían recibir información y consejería que incluya saber dónde y cuándo un embarazo puede ser terminado legalmente" y agrega que "los estados deben también mejorar el acceso a los abortos, a través de la creación de nuevas clínicas abortistas".

Asimismo, añadió que "los sistemas públicos de salud deberían capacitar y equipar a los proveedores de servicios de salud para que los abortos no sean sólo seguros sino accesibles. Los estados deben trabajar para eliminar los abortos ‘inseguros’ mediante la eliminación de las restricciones para el aborto".

Según CWA, el reporte de Hunt dedicó 49 párrafos a los derechos sexuales y sólo cinco para los problemas como enfermedades y pobreza.

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El reporte específicamente:

· crea un falso "derecho" que se intenta imponer en diversos países. El "derecho sexual" es el centro del texto, mencionado repetidas veces mientras la comunidad internacional no ha definido o reconocido el término;

· aprueba y promueve un "derecho internacional" al aborto y el uso de potencialmente peligrosos fármacos abortivos, buscando que los gobiernos ofrezcan a las mujeres información sobre cómo y dónde someterse a un aborto;

· exige a los países asegurar que los adolescentes recibirán información sobre contraceptivos y "servicios de salud sexual y reproductiva" sin el consentimiento de sus padres;

· pide a los gobiernos "desistir en la negación o limitación del acceso total de cada persona a estos servicios;

· solicita a los países no "marginar" a la salud sexual y reproductiva de los fondos internacionales.

· declara que los "derechos sexuales" incluyen el derecho de todas las personas de expresar su orientación sexual sin "interferencia social", aprovechando que el término "orientación sexual" tampoco está definido.

CWA informó que el embajador estadounidense Rich Williamson envió entonces una carta a la Comisión de la ONU y denunció que Hunt ha excedido su autoridad y mandato; expresa fuertemente sus interpretaciones personales antes que respetar el lenguaje de los acuerdos internacionales; intenta crear por consenso un "derecho a la salud"; y utiliza el término "derechos sexuales" sin que haya sido reconocido por la comunidad internacional.

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