"La mayoría de las diócesis católicas anteriormente usaban visas de Trabajador Religioso de Nivel 5 para que los sacerdotes vinieran aquí y se colocaran como suplentes, mientras que los sacerdotes de la parroquia estaban fuera por cortos períodos de tiempo debido a enfermedades, capacitación o vacaciones anuales. Estas ubicaciones para el suplemento son esenciales, ya que permiten a los católicos continuar asistiendo a Misa, al tiempo que mantienen las actividades parroquiales funcionando sin problemas", dijeron los obispos.
"El nuevo requisito introducido en 2019 para cualquier persona que predique es usar las visas de Ministro de Religión de Nivel 2 en su lugar, lo que ha más que duplicado los costos incurridos por las parroquias que organizan la cobertura del suplente. Para algunas parroquias esto es insostenible, comprometiendo la oportunidad de las personas de practicar su fe", añadieron.
La declaración fue firmada por Mons. William Nolan, obispo principal para migrantes y refugiados de la Conferencia Episcopal de Escocia; y Mons. Paul McAleenan, su homólogo en Inglaterra y Gales.