El verano está llegando a su fin y las bajas temperaturas se acercan en Irak. En este contexto, Catholic Relief Service (CRS), la agencia humanitaria internacional de los obispos de Estados Unidos, advierte que los refugiados iraquíes dependerán cada vez más de la comunidad internacional para satisfacer sus necesidades.
El director de programación de Catholic Relief Service en Egipto, Kris Ozar, ha estado viajando contantemente a Erbil donde CRS está asistiendo a los refugiados más necesitados.
Ozar expresó su preocupación, ya que la autoridades públicas no tienen un plan para los desplazados internos.