3 de enero de 2018 / 04:01 PM
El templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona, en España, ha instalado 10 arcos detectores de metales, escáneres y 12 agentes de seguridad.
Según explicaron el nuevo director general de la Fundación de la sagrada Familia, Xavier Martínez, y el director de seguridad y operaciones del templo, Marc Martínez, las medidas entraron en funcionamiento el pasado 1 de enero, se inspiran en la seguridad del Vaticano y son similares a las medidas que se usan en los aeropuertos.
Con esas medidas, que han costado 2 millones de euros (alrededor de 2,4 millones de dólares), se ha dado por finalizado el plan estratégico de seguridad de la ciudad de Barcelona.