Reflexiones, oración, arte y cultura cierran I Congreso de Espiritualidad Sodálite

Con la participación de más de mil delegados venidos de distintas partes del mundo y en medio de una serie de intensas reflexiones generadas a partir de conferencias y paneles; oraciones comunitarias y diversas exposiciones de pintura, escultura y fotografía, culminó el sábado 31 de enero el I Congreso de Espiritualidad Sodálite.

En las conferencias y paneles de este sábado, a cargo de distintos miembros de la Familia Sodálite, se reflexionó sobre "El pecado, clave antropológica", "La aproximación a la persona humana en algunos autores espirituales entre los siglos XV y XVII", "Visión trial del ser humano en algunos autores contemporáneos", "El Señor Jesús, Reconciliador y Revelador de la persona humana"; y "La persona humana y su libre cooperación con la gracia".

Ya por la noche y en la ceremonia de clausura, los asistentes pudieron escuchar la interpretación de algunos cantos de parte de la familia Aguilar, conformada por los padres y sus 7 hijos; dos de los cuales tocaron el violín, otro el bombo, y los demás acompañaban cantando, mientras que Carlos, el papá, tocaba la guitarra.

A continuación el Presidente del Comité Organizador del Congreso, Ignacio Blanco, señaló que este evento eclesial "ha sido una experiencia indescriptible, y lo primero que brota es gratitud a Dios, pues es su fuerza la que nos ha congregado, la que alimenta esas relaciones de amistad y de fraternidad de nuestra familia".

"¿Quién dice que no es posible cambiar el mundo?", cuestionó luego y exhortó a los presentes a "asumir el compromiso exigente de responder, de formarnos de verdad, de hacer del camino de la escucha, la acogida, de interiorización que vemos en nuestra Madre María, se convierta cada vez más en nuestro camino".

Palabras finales del Fundador

Luego de agradecer a Dios por la realización del Congreso, el Fundador de la Familia Sodálite, D. Luis Fernando Figari, señaló que el Espíritu Santo "nos mueve a abrir nuestros corazones; a expresar lo que Él nos va dando y a categorizarlo; a vivir con mayor profundidad la experiencia cristiana, a lanzarnos al mundo para anunciar a Jesús".

Asimismo, el también Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana comentó luego que la presencia de Mons. Alcides Mendoza, el Obispo más joven que participó en el Concilio Vaticano II, y que estuvo presente en el Congreso, le evocaba con fuerza el Concilio "como un don grande, fuerte e intenso para la Iglesia de nuestro tiempo".

D. Luis Fernando destacó además que es necesario "centrar toda la atención en el Señor Jesús, no dejarnos distraer por la bulla, por los ídolos que el mundo presenta, por la hostilidad de un mundo que le da la espalda a Dios, por una cultura cada vez más negativa de lo humano. No debemos dejarnos distraer, levantar en alto nuestra fe, dejar que esa llama que arde en el Corazón de la Virgen, arda en nuestros corazones, abrirnos a recibir el óleo del Espíritu Santo para que esa llama se encienda y se convierta en antorcha viva que vaya por el mundo encendiendo corazones, encendiendo realidades, haciendo un fuego inmenso que muestre la alegría, el calor, la luz de Dios a un mundo que anda en tinieblas".

"Esa es nuestra misión, para eso estamos, no se concluye un Congreso, se abre una dimensión del mismo en profundización hasta la siguiente etapa, para poder en todo este proceso convertirnos en esa antorcha, en ese fuego vivo e ir por el mundo irradiando fuego, irradiando luz, irradiando amor", concluyó.

En esta última jornada los participantes pudieron apreciar una interesante muestra de pinturas y fotografías de algunos miembros de la Familia Sodálite en las que se buscaba transmitir la vivencia profunda del misterio del hombre; además de una exposición de esculturas de Nuestra Señora de la Reconciliación, creadas desde la perspectiva de distintos artistas ayacuchanos.