En su nueva encíclica social, Caritas in veritate (Caridad en la verdad), el Papa Benedicto XVI explica cómo “es contrario al verdadero desarrollo considerar la naturaleza como más importante que la persona humana misma” y precisa que una recta comprensión del medio ambiente no puede desligarse tampoco del desarrollo integral de los pueblos.
En un planteamiento que responde a las ideologías que consideran al hombre como “intruso” o “mal intrínseco” de la creación, el Santo Padre explicó que “el tema del desarrollo está también muy unido hoy a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Éste es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad”.
“Se ha de subrayar que es contrario al verdadero desarrollo considerar la naturaleza como más importante que la persona humana misma. Esta postura conduce a actitudes neopaganas o de nuevo panteísmo: la salvación del hombre no puede venir únicamente de la naturaleza, entendida en sentido puramente naturalista. Por otra parte, también es necesario refutar la posición contraria, que mira a su completa tecnificación, porque el ambiente natural no es sólo materia disponible a nuestro gusto, sino obra admirable del Creador y que lleva en sí una ‘gramática’ que indica finalidad y criterios para un uso inteligente, no instrumental y arbitrario”.