9 de diciembre de 2008 / 09:55 AM
El Papa Benedicto XVI afirmó que “a pesar de que lamentablemente muchos europeos parecen ignorar las raíces cristianas de Europa, están vivas, y deberían trazar el camino y alimentar la esperanza de millones de ciudadanos que comparten los mismos valores”.
El Santo Padre hizo estas reflexiones en el mensaje que dirigió al Cardenal Jean-Louis Tauran y al Arzobispo Gianfranco Ravasi, respectivamente presidentes de los Pontificios Consejos para el Diálogo Interreligioso y de la Cultura, con motivo de la Jornada de estudio promovida por los dicasterios sobre el tema: “Culturas y religiones en diálogo”.
“La Europa contemporánea, que se asoma al tercer milenio, es fruto de dos milenios de civilización. Fundamenta sus raíces tanto en el enorme y antiguo patrimonio de Atenas y de Roma, como sobre todo en el fecundo terreno del cristianismo, que se ha revelado capaz de crear nuevos patrimonios culturales, recibiendo la contribución original de todas las civilizaciones”, precisó el Pontífice.