Quienes cometen delitos horrorosos merecen la cárcel, dice obispo chileno

En referencia a la crisis que vive la Iglesia en Chile por los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero, el Administrador Apostólico de Santiago, Mons. Celestino Aós, expresó que hay gente que "tendría y tiene que estar en la cárcel, porque ha cometido delitos horrorosos".

El 2 de junio, al finalizar la jornada nacional de dirigentes del Movimiento de Schöenstatt, Mons. Aós expresó que la Iglesia está "viviendo un tiempo de luz y la luz nos pone en evidencia lo duro, lo difícil".

"Hay gente que ha cometido no solamente errores sino delitos, y hay gente, y lo digo claramente, que tendría y tiene que estar en la cárcel, porque ha cometido delitos horrorosos".

"Pero pobres de nosotros si nos quedamos viendo solo lo negativo, solo lo malo porque en esta Iglesia se puede ser un santo, se puede ser un mediocre o se puede ser un sinvergüenza", agregó. 

"Algunos se están quedando con esa sensación de angustia. Pobres de nosotros si olvidamos la esencia del Evangelio. Si nosotros olvidamos la posibilidad de que el ser humano cambie, no sé qué Evangelio estamos leyendo", reflexionó Mons. Celestino Aós.

"Estamos en un momento de luz y de gracia y no nos quedemos pegados ahí, miremos siempre al futuro, esa fue una de las cosas que me dijo el Papa cuando yo estuve con él. Le pregunté qué mensaje me da y una de las cosas que me dijo fue: 'Miren hacia adelante, miren hacia el futuro, el pasado ya está, tenemos que sacarlo a la luz, nos duela o no, nos avergüence o no y claro que nos tiene que doler y avergonzar muchas de las cosas que nos han pasado'", dijo.

En su reflexión, el Prelado alentó a ser como "tantos Alberto Hurtado, tantas Madre Teresa, tanta gente buena" y al Movimiento de Schoenstatt, en especial, a "revisar las obras que estamos haciendo, el modo como lo estamos haciendo".

"Por ejemplo, el asistencialismo que en algunos modos ya está desfasado y que puede ser contraproducente. Hay que hacer el bien y hay que hacerlo bien. Debemos revisar las formas".

"Hay muchas posibilidades, pero sí tenemos que sentarnos y revisar lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo", insistió el Administrador Apostólico de Santiago.

También el Prelado alentó a ser personas "lo más cristianas que podamos, buscar una coherencia entre la fe que profesamos en nuestros templos y la vida que vivimos en las calles y en el trabajo. No basta solo con maquillaje, hacen falta cambios profundos y el primer cambio pasa por el corazón de cada uno".

Durante tres días, más 650 dirigentes del Movimiento de Schoenstatt de todo el país se reunieron en el Santuario Cenáculo de la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt con el objetivo de evaluar y proyectar el trabajo que realizan y definir los acentos pastorales.