Con ocasión del 60º aniversario de la liberación del campo de concentración del nazismo de Auschwitz-Birkenau, el Papa Juan Pablo II pidió “no ceder frente a las ideologías que justifican la posibilidad de pisotear la dignidad humana” y pidió que “nunca más en ningún rincón de la tierra se repita” un hecho similar.
En su mensaje –leído por el Arzobispo de París, Cardenal Jean-Marie Lustiger–, el Santo Padre explicó que “nadie puede ignorar la tragedia de la Shoah. Aquel intento de destruir de forma programada a todo un pueblo se extiende como una sombra sobre Europa y el mundo entero; es un crimen que mancha para siempre la historia de la humanidad”.
“Que sirva de advertencia para nuestros días y para el futuro: no hay que ceder frente a las ideologías que justifican la posibilidad de pisotear la dignidad humana basándose en la diversidad de raza, del color de la piel, de lengua o de religión. Dirijo este llamamiento a todos y en particular a aquellos que en nombre de la religión recurren al atropello y al terrorismo”, expresó el Pontífice.