A su llegada a la Catedral Metropolitana de México y previo a la reunión con los obispos, el Papa Francisco permaneció unos minutos recogido en oración ante el Altar del perdón, ubicado al interior de la misma.
El altar es uno de los retablos del arquitecto y escultor español Jerónimo de Balbás, y destaca por tener en el centro una pintura de Nuestra Señora de las Nieves, llamada también Virgen del Perdón.
Precisamente el nombre del altar fue tomado por su ubicación, ya que la puerta principal es denominada "Puerta del perdón". Este título fue recibido porque a través de ella ingresaban los que habían sido juzgados por el Santo Oficio para reconciliarse con la Iglesia. En todas las catedrales españolas, por ejemplo, existe una puerta con el mismo nombre.