Al finalizar el rezo del Ángelus ayer en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI hizo votos para que el ejemplo de los 188 mártires japoneses beatificados en Nagasaki; y la próxima beatificación de José Olallo Valdés, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, sirva a los fieles y los aliente como testimonio de coherencia de vida cristiana.
Al recordar a los 188 mártires japoneses, el Santo Padre indicó que estos hombres y mujeres fueron "asesinados en la primera parte del siglo XVII. En esta circunstancia tan significativa para la comunidad católica y para todo el País del Sol Levante, aseguro mi cercanía espiritual".
Asimismo confió a la "protección celeste" de José Olallo, que será beatificado en Cuba, "al pueblo cubano, especialmente a los enfermos y a los operadores sanitarios". También, hablando en español, pidió que "el ejemplo y la intercesión del nuevo beato ayude a la Iglesia en su misión evangelizadora, y conceda una renovada vitalidad apostólica a todos los cubanos que se glorían de ser discípulos y misioneros de Jesucristo".