El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, alentó a cada católico a ser una “piedra viva de fe” en la Iglesia para así colaborar en la misión de construir con Dios y para Dios.

En su último artículo publicado en ACI Prensa y titulado “Ser piedras vivas de fe”, el Arzobispo recuerda el 10º aniversario de la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, dedicada a la Madre d Dios el 2 de septiembre de 2002.

El Prelado recuerda que quienes construyeron la Iglesia, “nunca vieron a Jesús. Nunca hablaron con Él. Ellos nacieron 20 siglos tarde para eso. Pero ellos escucharon su evangelio. Vino a ellos a través del testimonio de las ‘piedras vivientes’ de su Iglesia, edificada sobre Cristo y los fundamentos de los apóstoles”.

“Los apóstoles esparcieron la fe desde Galilea y Jerusalén por toda Europa y Asia. Sus sucesores enviaron misioneros a México y al Nuevo Mundo. Y esos misioneros evangelizaron California y trajeron la fe a esta ciudad, que ellos nombraron por Nuestra Señora de Los Ángeles”, recordó.

Mons. Gómez afirma que los constructores de nuestra catedral se pusieron ellos mismos al servicio de su gran historia de salvación. Y esta es una tarea para cada uno de nosotros. Estamos llamados a continuar edificando sobre los cimientos que ellos dejaron.

“Dios quiere que cada uno de nosotros sea una piedra viviente en su Iglesia. Él nos llama a hacer nuestra parte y a participar en su gran plan de redención para el mundo. Nosotros estamos aquí para construir para Dios y con Dios. Estamos aquí para servir la misión de su Iglesia”.

El Prelado comenta luego que “estamos dedicando esta semana un nuevo Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, localizado dentro de la catedral” por lo que reza para que “este nuevo santuario sirva como un signo de nuestra dedicación a la misión de la Iglesia de la nueva evangelización de nuestra ciudad y nuestro continente”.

El artículo concluye haciendo votos para que “Nuestra Señora de Los Ángeles haga de  nuestra Catedral, y de cada iglesia en esta gran arquidiócesis, un lugar donde la familia de Dios sea nutrida, y donde nuevas generaciones puedan encontrar al Dios vivo y conocer su misericordia y salvación”.