8 de abril de 2011 / 10:51 AM
Al recibir esta mañana en el Vaticano a los participantes de la plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina, el Papa Benedicto XVI señaló que si bien existen ciertas formas de piedad popular que crean confusión y favorecen una práctica religiosa meramente exterior, ésta no debe ser dejada de lado sino purificada y evangelizada.
En su discurso en español el Santo Padre señaló que la piedad popular en América Latina es un tesoro muy valioso, pero "no se puede negar que existen ciertas formas desviadas de religiosidad popular que, lejos de fomentar una participación activa en la Iglesia, crean más bien confusión y pueden favorecer una práctica religiosa meramente exterior y desvinculada de una fe bien arraigada e interiormente viva".
La solución no pasa por excluirla, advirtió, pues hacerlo es "completamente erróneo. A través de ella, la fe ha entrado en el corazón de los hombres, formando parte de sus sentimientos, costumbres, sentir y vivir común".