Al recibir a un grupo de obispos de la Conferencia de Obispos Católicos de Brasil (CNBB) en visita ad limina, el Papa Benedicto XVI los alentó a promover un profundo respeto por la vida de toda persona, desde la concepción hasta la muerte natural, porque la vida del ser humano siempre es sagrada.
En su discurso el Santo Padre subrayó que el pueblo brasileño "abriga en su corazón un gran sentimiento religioso y nobles tradiciones, enraizadas en el cristianismo, que se expresan en manifestaciones religiosas y civiles, sentidas y genuinas. Es un patrimonio rico de valores que os esforzáis en defender y vivificar".
"Os invito a proseguir en esta obra constante y metódica de evangelización, ciertos de que la formación auténticamente cristiana de la conciencia es decisiva para una profunda vida de fe y también para la madurez social y el verdadero y equilibrado bienestar de la comunidad humana", continuó.