22 de febrero de 2011 / 06:33 AM
Organizaciones pro-vida del Reino Unido apoyaron la negativa del Gobierno de permitir el aborto químico particular sin control de normas sanitarias y explicaron que "el aborto nunca es una medicina para las mujeres".
El Gobierno inglés rechazó la solicitud de la empresa British Pregnancy Advisory Service –en español Servicio Británico de Asesoría para el Embarazo– que practica el 25 por ciento de los 200 mil abortos que cada año se realizan en Gran Bretaña, para permitir a las mujeres someterse en su casa sin asistencia médica alguna a un aborto inducido en las primeras nueve semanas de embarazo a través del fármaco abortivo RU-486.
El Juez de la Alta Corte de Londres, Michael Supperstone, decretó que permitir estos abortos representa un intento inadmisible de reinterpretar la legislación británica que permite el aborto desde 1967.