Los 650 millones de dólares públicos canadienses que el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha prometido gastar en los próximos tres años para llevar el aborto a las mujeres que no tienen acceso, ha traído una gran polémica.
El Primer Ministro canadiense justifica su decisión en que así "garantiza que las mujeres puedan decidir sobre su futuro".
El escenario para semejante mensaje no fue casual, ni podría haberlo sido. Fue el pasado 8 de marzo, día de la mujer trabajadora y día de la mayor huelga feminista que se recuerde en años, cuando Trudeau lanzó su apoyo a las mujeres del mundo con dinero canadiense para abortar.