El Obispo de Tarragona (España),  Mons. Jaume Pujol, ha presidido las vísperas solemnes en la Catedral a la que han acudido la cientos de fieles y casi los 104 Obispos que participarán en la multitudinaria beatificación del domingo.

Mons. Jaume Pujol ha dado la bienvenida "a todo el pueblo santo de Dios que con alegría y gozo venera y celebra la gloria de los mártires. Paz a todos. Alegrémonos todo en el Señor y que el gesto del venerable y antiguo Lucernario sea elocuente: ¡Lumen Christi cum pace!". Una paz, que según ha dicho el Obispo es la "paz gozosa de los discípulos de Cristo, que el mismo nos ha regalado y que nada ni nadie nos puede quitar".

Durante la homilía de las vísperas el Obispo de Tarragona, diócesis que acoge la beatificación de 522 mártires de la persecución religiosa del siglo XX ha dicho que la celebración del domingo "no se hace en contra de nadie ni tampoco a favor de nadie. Los mártires son del Señor, pertenecen a la victoria del Señor, no a la de los hombres. Son un anuncio de paz y de reconciliación".

Por eso el Obispo ha precisado que "cuando mañana nuestros mártires sean beatificados en la liturgia dominical nadie de nosotros experimentará ni un ápice de resentimiento hacia aquellos que los persiguieron. Ni tampoco la satisfacción de haber cumplido con un acto de justicia histórica, a la manera del mundo".

Ante esta invitación al perdón, el Obispo de Tarragona ha asegurado que "el primer fruto, la primera gracia de los nuevos mártires, será la gracia del perdón y de la reconciliación".

En ese sentido, el Prelado ha destacado que "el Señor redime siempre toda la historia y ellos, los mártires, redimían con su inmolación silenciosa, aquella historia de muerte, vergonzante. El Señor mira con compasión un bando y el otro, el Señor mira con compasión tanto los verdugos como los que murieron. La última mirada de los mártires fue ésta: una mirada que perdonaba. Sea ésta también nuestra mirada".

"El martirio es la expresión más perfecta de la fe, de la esperanza y de la caridad. El mártir en su entrega total a Dios ama el Señor de la forma más intensa y posible, con un corazón entero y como lo único necesario", ha explicado el Obispo de Tarragona.

Mons. Jaume Pujol ha pedido también "ponerse en sintonía y obediencia con el Santo Padre Francisco", y ha recordado las palabras del Papa en las que dice que la Iglesia autorreferencial no es lo propio de la Iglesia del Señor, "ni un atisbo de autoglorificación debe estar presente este domingo entre nosotros. Debemos ser Iglesia que participa en la misión y en la obediencia del Hijo que con la fuerza del Espíritu Santo sale de sí misma y quiere ser irradiación de la luz del Señor de la gloria, que destruye y desenmascara todas las oscuridades del mundo. Y sale humildemente al encuentro de una sociedad donde los hombres necesitan del Amor más grande".

El Prelado recordó que "el cristianismo es un  anuncio del amor salvador, desde la convicción de que no hay ninguna existencia humana que no sea amada por Dios".

Recordando el testimonio y la valentía de los mártires que serán beatificados el domingo, Mons. Jaume Pujol ha pedido a través "de la intercesión de nuestros mártires, que nuestros cristianos salgan de todo anonimato, que no escondan el tesoro de la fe, sean luz en el celemín para iluminar a todos. ¡Nunca jamás una actitud vergonzante de la fe! ¡El mundo necesita estos cristianos!"

Y ha terminado recordando al obispo y primer mártir Tarragona, San Fructuoso momentos antes de su cruel martirio el 21 de enero del 259: "Nunca os van a faltar ni la misericordia ni la promesa del Señor en este mundo y en el otro".