Los obispos de Filipinas fueron nuevamente agredidos por el presidente Rodrigo Duterte, que los calificó de "inútiles" y animó a matarlos.
"Sus obispos, mátenlos. Esos bastardos son inútiles. Lo único que hacen es criticar", afirmó Duterte en un discurso dado ayer 5 de diciembre en la capital Manila.
En Filipinas el 85% de la población profesa el catolicismo, sin embargo, el presidente dijo que la Iglesia Católica era la institución "más hipócrita del mundo" y que el Papa "lo sabe". Además Duterte aseguró que el 90% de los sacerdotes "son homosexuales".