Con ocasión del Sínodo para los Obispos que se celebró en Roma sobre la Nueva Evangelización, el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, Mons. Carlos Aguiar Retes, recordó que los políticos católicos latinos deben rechazar el aborto en cualquiera de sus variantes, así como defender la unión matrimonial entre un hombre y una mujer.

"Yo creo que tarde o temprano tendrá que volverse a valorar de manera muy amplia y mejor concienciada la idea y el concepto cristiano de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer", expresó el Obispo mexicano en entrevista con ACI Prensa el 22 de octubre en Roma.

En cuanto a la legalización de las uniones homosexuales, el Prelado explicó que "está muy clara la doctrina de la Iglesia en coincidencia con la naturaleza misma del ser humano y que nos manifiesta como estamos hechos el hombre para la mujer, y la mujer para el hombre, lo cual se vicia y se tergiversa cuando no es de esta forma".

Al ser preguntado sobre el derecho a la vida de los no nacidos, consideró que los políticos católicos de América Latina deben "afirmar los derechos humanos fundamentales. Estos que están ya desde 1948 bien expresados. Y considerar en todo sentido la centralidad de la persona humana. La dignidad humana como punto de partida para cualquier legislación".

"Si la dignidad humana es el centro, la vida es su expresión, y la vida hay que tenerla muy cuidada desde la concepción hasta la muerte natural", subrayó.

Según Mons. Retes, el Sínodo se está desarrollando con un gran espíritu, y con un ánimo muy entusiasta, debido a que la mayor parte de los obispos participan por primera vez en el Sínodo, y esto "hace que traigan mucho ímpetu, y muchas ganas de compartir y participar".

El Presidente del CELAM indicó que los principales temas que se están abordando para la elaboración del documento final al Sínodo, constatan que la Nueva Evangelización "es un hecho. Ya llevamos un camino andado en esta Nueva Evangelización", dijo.

Mons. Retes indicó también, que otro tema candente en la elaboración del texto es la eclesiología de comunión de la iglesia particular como pieza medular, y pieza fundamental e indispensable para la Nueva Evangelización.

En este sentido explicó que en el sínodo "se ha percibido la necesidad que tenemos de los movimientos como carismas y espacios de formación del laicado, pero además de la necesidad que se ha subrayado de estar integrados en la marcha de cada iglesia local que es donde ellos se hacen presentes".

"Evidentemente se les reconoce su aporte y también su lugar dentro del espacio de la pastoral de la diócesis y de la parroquia, pero lo que piden los padres sinodales es la apertura de los movimientos para integrarse a los ritmos pastorales parroquiales".

Por otro lado, el Prelado expresó que el clero latinoamericano está aportando principalmente su experiencia a la luz de Aparecida, en cuyo documento final concluyeron entre otras cosas que "con un tono evangélico y pastoral, un lenguaje directo y propositivo, un espíritu interpelante y alentador, un entusiasmo misionero y esperanzado, una búsqueda creativa y realista, el Documento quiere renovar en todos los miembros de la Iglesia, convocados a ser discípulos misioneros de Cristo, 'la dulce y confortadora alegría de evangelizar'".

"Ha sido tan insistente en las intervenciones las referencias al documento de Aparecida que los mismos Padres Sinodales empezaron a decir que qué era, dónde se podía conseguir. Y entonces, la Pontificia Comisión para América Latina ofreció el texto de Aparecida en latín a los padres sinodales", dijo.

Finalmente, el Prelado señaló que los latinoamericanos viven cada día la Nueva Evangelización en diversos países del mundo, y especialmente es Estados Unidos, donde representan al 50 por ciento de la población católica.

Los latinoamericanos presentes en los Estados Unidos de América "son una gran riqueza. Así lo valoran los obispos. Su religiosidad y sus expresiones públicas de fe han venido a dar un tinte a la Iglesia de los Estados Unidos muy favorable, con el cual se han incluso defendido de estos fuertes influjos del secularismo".

En este sentido, afirmó que si "los Estados Unidos no han llegado a los niveles de secularismo que tiene Europa, es gracias en buena parte a la presencia de los latinoamericanos".

"Ahora, con el Año de la Fe, seguramente las iniciativas serán muchas en cada espacio parroquial, en cada espacio de diócesis, y yo creo que serán los primeros en acudir a estas iniciativas que convoquen los obispos", concluyó.