El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Rino Fisichella, precisó que "es necesario distinguir entre el acto médico con el que se coloca las sondas, y la alimentación e hidratación en sí que consideramos no son terapia".
Según informa la agencia SIR, así lo precisó el Prelado al responder a los periodistas algunas preguntas sobre el caso de Eluana Englaro, la mujer que muriera luego de que se le retirara progresivamente la hidratación y la alimentación en una clínica de Udine a pedido de su padre, en conferencia de prensa tras la presentación del congreso "Las nuevas fronteras de la genética y el peligro de la eugenesia".
El Arzobispo dijo también que "existen cientos y miles de médicos y científicos que no consideran que la alimentación y la hidratación sean terapia. Son elementos fundamentales para la vida de las personas y creemos que siempre deben ser garantizados, porque dar alimentación e hidratación a una persona nunca puede considerarse encarnizamiento terapéutico".