A pesar de la fuerte oposición de los Obispos y fieles católicos de Filipinas, el presidente Benigno Aquino firmó la ley de Paternidad Responsable, Salud Reproductiva y Población y Desarrollo, aprobada el 18 de Diciembre pasado  que promueve la anticoncepción, educación sexual y programas de planificación familiar en el país asiático.

El Arzobispo Emérito y expresidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons. Oscar Cruz, advirtió  que esta aprobación dará pasó a proyectos de leyes a favor del divorcio y “matrimonios” del mismo sexo. Indicó además que un grupo de católicos planea apelar la norma en la Corte Suprema.

Carlos Conde, Investigador para Asia del grupo abortista Human Rights Watch señaló que esta ley “promoverá los derechos humanos en Filipinas, particularmente de mujeres y madres".

Según informa la agencia Associated Press, el presidente Aquino firmó la controversial ley el pasado 21 de diciembre, en la que se señala que el gobierno filipino contratará a trabajadores de la salud para la distribución de anticonceptivos entre los pobres y, paradójicamente, proporcionar instrucciones sobre los métodos naturales que la Iglesia apruebe.

En una carta pastoral emitida en diciembre del 2012, la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas alertaron a los fieles sobre la necesidad de oponerse con firmeza al proyecto de ley que ya ha sido promulgado por el presidente.

Los Obispos hicieron un llamado al "discernimiento colectivo" de los graves daños que traería: "la ley fue empacada para parecer un regalo al servicio de salud de las madres. No lo es. Conducirá a mayores crímenes contra las mujeres".

Los prelados explicaron que las consecuencias que tiene para las mujeres la mentalidad antinatalista son moralmente desastrosas. "Como lo hemos dicho los Obispos en el pasado, la mentalidad anticonceptiva es la madre de una mentalidad abortista", aseguraron.