El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, Mons. Silvano Tomasi, hizo un llamado a que en medio de la crisis global, se promueva y se proteja los derechos humanos de los niños, especialmente su derecho inalienable a la vida, la educación, el alimento y la salud, entre otros.
En su intervención en la 10º Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre la crisis global y financiera, el Arzobispo señaló que la resonancia de la crisis en los derechos de los niños en los países más pobres es un síntoma "del impacto destructivo en todos los otros derechos sociales y económicos".
Tras explicar luego que actualmente, en muchos países de escasos recursos, estos derechos dependen mucho de la ayuda oficial y de las remesas extranjeras, que debido a la crisis están descendiendo, el Arzobispo indicó que "si esta asistencia se ve reducida, la exitosa realización de estos programas puede verse amenazada".