Un estudio del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) reveló que en las últimas décadas, el número de católicos ha disminuido en el país en un 20 por ciento.
El informe sobre tendencias demográficas a partir de los resultados del censo del año 2000, mostró que entre 1960 y 2001, el número de católicos cayó a nivel nacional.
Según los analistas, la caída se debería al agresivo avance de las sectas evangélicas, la indiferencia religiosa y la falta de una pastoral más sólida y eficaz.