Vida Humana Internacional (VHI), otorgó el pasado 14 de abril el Premio Internacional Cardenal von Galen, al Obispo de Alcalá de Henares (España), Mons. Juan Antonio Reig Plá, por su ejemplar defensa del derecho a la libertad religiosa, de la institución familiar y de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.

Tras recibir el premio que VHI entrega a los prelados que se distinguen por su defensa de la dignidad humana, Mons. Reig Pla agradeció a todo el Episcopado español por haberle confiado la presidencia de la "Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida" e indicó que el premio también va dirigido a los obispos españoles.

"También debo recordar con veneración y profundo agradecimiento filial al Beato Juan Pablo II y a Su santidad el Papa emérito Benedicto XVI, de los que tanto he aprendido, y que han regalado a la Iglesia y al mundo un luminoso Magisterio sobre el matrimonio, la familia y la vida", afirmó.

El Obispo de Alcalá de Henares señaló que su labor no ha buscado "otra cosa que servir a Dios, a su Santa Iglesia y a mi prójimo, especialmente a los que más sufren, aunando la propuesta de la verdad de Cristo, los argumentos de fe y razón que la justifican, y el amor a todas las personas, incluso a los que me persiguen, distribuyendo con mis pobres manos la misericordia que yo recibo de Dios y que tanto necesito".

"Como lema de este trabajo en defensa del matrimonio, la familia y la vida, siempre me ha acompañado el testimonio de los Apóstoles (…). Y si en algún momento he recibido los zarpazos de quienes promueven la cultura de la muerte, como los Apóstoles, con la ayuda  de la gracia, me siento 'contento por haber merecido algún ultraje por el nombre de Jesús'", afirmó.

Mons. Reig Pla señaló que fue en el hogar donde aprendió "la grandeza del amor y el valor inviolable de la vida".

"Dios quiera que llegue pronto el día en que todos, después de una gran batalla cultural entre la vida y la muerte, que en realidad es una gran batalla espiritual, triunfe en España el respeto incondicional a la vida naciente y el aprecio, cuidado y cariño por los ancianos, los enfermos terminales, los empobrecidos y todos los que sufren", expresó.

Al acto asistieron sacerdotes, religiosos y laicos vinculados a la pastoral familiar y de la vida de diferentes partes de España.