"Dicho eso, si recuerdas cualquier pecado grave (mortal) que deberías haber confesado al P. Hood antes de que él fuera válidamente ordenado y no has ido a una siguiente confesión, debes llevarlos a tu siguiente confesión explicando a cualquier sacerdote lo que ha sucedido. Si no puedes recordar si confesaste algún pecado grave, deberías llevar el hecho a tu siguiente confesión también. Una posterior absolución incluirá aquellos pecados y te dará tranquilidad de espíritu", señaló la guía.
La arquidiócesis también respondió una pregunta que puede esperar que muchos católicos se harán: "No es legalista decir que aunque hubo una intención de conferir un sacramento no hubo un sacramento porque se usaron palabras diferentes? ¿No se encargará Dios de eso simplemente?".
"La teología es una ciencia que estudia lo que Dios nos ha dicho y, cuando se trata de los sacramentos, debe haber no solo la correcta intención por parte del ministro sino también la 'materia' correcta y la 'forma' correcta (palabras/gestos, tales como un triple vertido de agua o inmersión por parte del que dice las palabras). Si falta uno de estos elementos, el sacramento no es válido", explicó la arquidiócesis.
"Con respecto a Dios 'encargándose de eso', podemos confiar en que Dios asistirá a aquellos cuyos corazones están abiertos a Él. Sin embargo, podemos tener un mucho mayor grado de confianza al fortalecernos con los sacramentos que Él nos ha confiado".