Durante los entrenamientos de Soul Shop, dijo Snyder, el grupo adopta un enfoque de salud pública para el suicidio, lo que significa que capacitan a las comunidades religiosas para que asuman una responsabilidad colectiva por la salud de su propia gente.
Una de las herramientas de prevención de suicidios más grandes que las comunidades de fe pueden proporcionar, explicó Snyder, es ser comunidades de fe plenas, donde las personas se sientan conectadas y valoradas como personas enteras, y no solo por un aspecto de su identidad.
¿Qué más se puede hacer?
Balke dijo que alentaría a todos los pastores de la Iglesia a reunirse con su personal y familiarizarse con los recursos de salud mental disponibles localmente. Deben saber la ubicación de las clínicas, sus horarios y a qué números llamar, dijo.
"Necesitan tener acceso rápido a ellos, de modo que cuando alguien venga a su oficina, o después de un estudio bíblico o lo que sea cuando surja este tipo de conversación, lo tengan listo en su teléfono y ganen tiempo", aseguró.
Tighe recomendó que las parroquias tengan volantes publicados en sus tableros de anuncios con información sobre recursos de salud mental locales, así como también líneas telefónicas de ayuda o mensajería instantánea.
Balke pidió a los sacerdotes y otros líderes de la Iglesia que traten los problemas de suicidio y de salud mental con la seriedad que merecen, y no como algo que no es un problema grave o que puede resolverse únicamente mediante la oración o la dirección espiritual.
"La salud mental en la Iglesia es un problema real y no se trata necesariamente con la seriedad, desde un nivel institucional, que merece. La gente se suicida en nuestras parroquias y en nuestras iglesias", acotó.
Snyder confía en que, si se capacita adecuadamente, las iglesias y parroquias tendrán un papel clave que desempeñar en la prevención de suicidios en sus comunidades.
"Hablamos mucho sobre ponerse el cinturón de seguridad antes de que ocurra el accidente. Y eso es lo que estamos describiendo aquí, es lo que hacemos en las comunidades religiosas mucho antes de que ocurra la crisis", concluyó.
Traducida y adaptada por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.