Polonia ha contestado de manera contundente a Nils Muiznieks, Comisario Europeo por los Derechos Humanos, después de que éste publicase la semana pasada un informe en el que instaba al país a despenalizar el aborto, eliminar la objeción de conciencia de los médicos y criticaba su forma de tratar a las mujeres que quieren abortar.
La respuesta del gobierno no se ha hecho esperar y acusan al Comisario de extralimitarse en sus funciones y de interpretar de manera sesgada las leyes polacas y las propias funciones de la Comisión de los Derechos Humanos.
"Las fuentes de la legislación polaca se basan en su Constitución y están condicionadas además por un fuerte respaldo de la sociedad y de su respeto por a la vida", argumenta el gobierno polaco.