25 de julio de 2004 / 10:54 AM
El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, dijo que el voto de los parlamentarios católicos con respecto a la aprobación del proyecto de ley que equipara las uniones homosexuales al matrimonio “es una cuestión de conciencia” y que debería estar en sintonía con la exhortación de la Iglesia a rechazarlo.
Según Fraga, la postura del Episcopado está por encima “de cualquier cosa”, incluida la disciplina de partido.
“El que se sienta católico tiene que sentir ese llamamiento”, señaló Fraga en alusión a la petición de los Obispos a los diputados católicos a oponerse a cualquier ley que pretenda legalizar las uniones homosexuales.