En medio de las protestas pacíficas por la devolución de tierras de propiedad de la Iglesia en Vietnam, el viernes pasado la policía cercó la residencia del Arzobispo de Hanoi, comenzó la demolición de la antigua Nunciatura Apostólica y arremetió contra un nutrido grupo de católicos arrestando a algunos de ellos. Asimismo, los agentes detuvieron y golpearon a un fotógrafo de Associated Press (AP).
Según informa Catholic News Agency (CNA), un grupo de vándalos atacó también la Iglesia de Thai Ha, en Hanoi, en donde derramaron aceite usado de automóvil sobre las imágenes del templo.
De acuerdo a información proporcionada por el P. An Dang a CNA, el Arzobispo de Hanoi, Mons. Joseph Ngo Quang Kiet, protestó firmemente por estos atropellos ante el Primer Ministro a quien pidió "intervenir inmediatamente" para poner fin a esta situación. Asimismo pidió terminar el cerco policial de su vivienda y el restablecimiento de las propiedades eclesiales para que sean usadas "para propósitos religiosos y el bienestar de la comunidad".