Pobreza se resuelve con honestidad y no abortos, advierte Arzobispo a paraguayos

El Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, alentó a los jóvenes a defender la vida y desmintió a quienes sostienen que la “sobrepoblación” es la causa de la pobreza.

"La vida es un valor que debe promoverse y son ustedes los que deben defender este inmenso don de Dios", señaló el Arzobispo y recordó a los jóvenes que se encuentran entre dos mundos: el viejo, dominado por la corrupción y la mentira, y el nuevo, que busca la realización y plenitud de la persona.

Mons. Cuquejo sostuvo que "todos los días tienen el desafío de optar por uno u otro mundo".

Asimismo, explicó que "hoy la corrupción quiere ahogarnos en la profundidad de la propia miseria. Los que roban son los que generan pobreza y hacen que haya pobres", a pesar que "desde las más altas esferas del mundo" quieren convencer a los ciudadanos que el problema no es la corrupción sino la superpoblación.

"Es la propia vida la que sufre las consecuencias de esta deshonestidad. Los malos administradores de la propia vida nos dicen hoy: ‘hay que asesinar para tener menos gentes; hay que matar al que está por nacer para que no falte pan’. Esto es un falacia, una corrupción de la mente y del corazón", precisó el Arzobispo y afirmó, en forma categórica, que la píldora del día después es abortiva y que hace daño a la mujer.

Mons. Cuquejo criticó la campaña que promueve la utilización de este fármaco. "Sabemos que es abortiva, que hace daño; sin embargo, nos vienen con discursos falaces, que la ciencia ha demostrado todo lo contrario. Sí, la pseudociencia hace fraude para decir que no es abortiva", indicó.

En este sentido, dijo que "cuando nos mienten y los discursos no responden a la realidad, esa persona es deshonesta. La honestidad se basa en la justicia, y quienes no imparten la justicia como debe ser son personas deshonestas".

Unos cinco mil jóvenes participaron ayer del Jubileo de la Juventud realizado en el Seminario Metropolitano, que culminó con una peregrinación hasta la Catedral donde el Arzobispo de Asunción presidió una Misa.