El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, advirtió que la situación de pobreza y la imposibilidad de gozar de una vida digna es una tentación que puede llevar a la ilegalidad y la descomposición social.
"En concreto no podríamos dar una estadística, pero seguramente hay muchos pobres que en su desesperación han optado por caminos de ilegalidad y criminalidad. Al ver la dificultad o la imposibilidad de obtener un salario para tener una vida digna pues es fácil sucumbir a la tentación del dinero fácil", expresó el Prelado a un medio local.
Mons. Rodríguez indicó que no se sabe hasta qué grado, pero pobreza y violencia "son fenómenos que se reclaman mutuamente. La descomposición social de la violencia, en el fondo tiene su origen en la pobreza".