8 de abril de 2008 / 04:47 PM
El Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González, aclaró que cuando la Iglesia se opone al uso de la llamada píldora del día siguiente, no lo hace por un tema de fe sino en defensa de los derechos humanos fundamentales.
Ante el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que prohibió la distribución del polémico fármaco en los servicios de salud pública y la reacción de la Presidenta Michelle Bachelet que cuestionó la sentencia, el Obispo precisó que no se puede atentar contra la vida humana ni en el sistema público ni en las farmacias.
En una entrevista concedida a Radio Agricultura, el Obispo señaló que "este no es un tema religioso, no ha sido la Iglesia la que ha ido a pedir un fallo al Tribunal. Es un asunto de derechos humanos esenciales, porque toda vida debe respetarse siempre, y en esto nos la vamos a jugar hasta el final porque esto es un elemento esencial de la constitución del ser humano, no solamente cristiano sino de todo ser humano".